25.5.10
AeioTU
19.5.10
Haciendo Visible la Cultura de la Infancia
18.5.10
Pequeñas GRANDES historias de Reggio Emilia
Confianza para comunicar de Alfredo Hoyuelos
Educación, siempre educación
La educación supone la sabiduría de conducir fuera, de manera equilibrada y sin falsas precocidades, las capacidades de los niños y niñas desde el nacimiento. Pero hay que tener en cuenta que la educación se opone, por naturaleza y función, a la asistencialidad. Se asiste o auxilia al pobre, al necesitado. Es a éste al que se ofrece caridad ante una llamada de socorro. Es lo mínimo que se quiere dar para tranquilizar nuestra conciencia. Y es que lo asistencial parte, contrariamente a la concepción educativa, de una imagen de infancia pobre de recursos, que por el hecho de ser menor (y cuanto “más menor” más débil) se puede y debe contentar con poco, con el mínimo.
Lo asistencial nos sitúa delante de una criatura –tabla rasa- repleta de necesidades que hay que satisfacer. La asistencialidad ofrece lo mínimo a quienes en realidad deberían recibir lo máximo: supone un derroche económico y cultural porque desprecia la perfectibilidad educativa del ser humano, y debe ser eliminada desde la raíz.
La asistencialidad ve, inexorablemente, al niño un sujeto sin derechos. Es sólo un ser objeto de atenciones y cuidados, pero vacío de derechos, de riquezas que hacer expresar. La improductiva asistencialidad cierra una rueda sobre sí misma. Todo acaba ahí. No hay más. Es el emblema de la falta de consideración y de respeto contra toda la humanidad.
El peligro de lo asistencial es que es un modelo omnipresente que complace rápidamente a algunas familias y a la sociedad cuando los niños y niñas son pequeños. Permite que los políticos se laven las manos porque estos servicios, en el fondo, son considerados sin relevancia de voto. Detrás de todo esto hay una desconsideración de los derechos de la infancia, que cuanto más pequeña, más destaca su etimología (infans= el que no habla). Como dice Jesús Palacios, «la investigación ha documentado suficientemente que las familias de menor nivel educativo, cuando las necesitan, se conforman con más frecuencia con opciones asistenciales, mientas que las familias con mayor cultura y más ingresos se esfuerzan con opciones educativas».
Y aquí, surge una pregunta: ¿cómo comunicar a las familias –a todas- la importancia educativa –y nunca asistencial- de los centros desde el nacimiento?
Educación que paga por si misma
"Al joven Martin Burt, ni la dictadura de Stroessner, ni el sistema educativo tradicional, habían logrado desviarlo de sus aspiraciones y sueños. Su iniciativa “Teach a man to fish” es el resultado de perseverancia en la adversidad, un ejemplo que invita a reflexionar sobre el rol de la educación, tanto en lo que puede o debería ser, como en términos del daño que puede ocasionar si no toma en cuenta la sabiduría natural del joven educando, a quien el educador supuestamente prepara para un futuro desconocido de hasta sesenta años plazo, o más.
Una educación del miedo: “No cometas errores; no te equivoques; te castigamos”. En poco tiempo la espontaneidad e imaginación de los adolescentes desaparecen con una educación en función exclusivamente de su utilidad para lo económico-productivo. En todas las culturas predominan la matemática, ciencias sociales, idiomas, la informática y, solamente como post-scritpum, figuran las artes. Sistemas al servicio del “bien común” se imponen por encima del talento individual. Disciplina antes de auto-realización.
“¿Para qué tractores sin violines?” preguntó don Pepe. ¿Qué valor agregado produce la información acumulada de memoria, si es aplicada sin imaginación y con miedo de equivocarse? ¿Por qué solo aprender del pasado sin permitir imaginar el futuro? El futuro no de los que enseñan, sino de los que se preparan a vivirlo. ¿Entonces por qué no incentivar la creatividad, permitir cometer errores para aprender de ellos, y hacer a cada uno partícipe de la definición de su propio proyecto de vida?
Hay que reconocer que ser creativo es tan importante como saber leer y escribir, y que usar todos los medios de expresión del ser humano enriquece la función de su cerebro. Aplaudamos a aquellos con sueños e imaginación, como a la niña que a la pregunta “¿qué estás dibujando?” contesta “a Dios”, comentando la observación de la maestra, de que nadie sabe como es Dios, con un firme “en un momento lo sabrán”."
Hans D.Kurz (*)
Disponible en: http://www.diarioextra.com/2010/mayo/18/opinion14.php
11.5.10
Una profesión que tiene el futuro en sus manos. Publicado en Vuelta en U!
Máster en Psicología de la Educación
Universidad de Barcelona, España.
Una nueva etapa profesional en mi vida me hace reflexionar acerca del camino que he recorrido y me genera ilusiones y dudas acerca de lo que vendrá. Al terminar mi maestría en educación me encuentro en una etapa de pensar, iniciar y elegir proyectos nuevos, compartir los aprendizajes alcanzados y seguir en el proceso de formarme, acto importante para poder brindar la educación de calidad que se merecen las personas.
Me pregunto por qué son pocos los que deciden entrar a esta profesión. Cuando tuve que escoger cuál carrera estudiar, no muchos de mis conocidos vieron la pedagogía como una opción, ni como una carrera prestigiosa. Sin embargo, cada día yo me siento feliz de mi elección y sé que soy una educadora con vocación. Es necesario para un país que los jóvenes elijan carreras distintas, pero me cuestiono qué hacer para que la educación y los docentes tengamos el reconocimiento que tienen otros.
Actualmente la educación no está como muchos quisiéramos, pero por esa misma razón interesa buscar y formar excelentes educadores para brindar educación de calidad. Hago un llamado de atención a los jóvenes que están en su proceso de elección de carrera, que consideren también el estudio de una profesión de la facultad de educación. La invitación es también para que sientan que aunque es un trabajo duro, no lo es tanto, si trabajamos de forma conjunta. La educación de los costarricenses es una tarea compartida de todos los ciudadanos.
Cada universitario, con cualquier profesión que elija, puede hacer una diferencia positiva, pero hacen falta más personas emprendedoras, brillantes, investigadoras, comprometidas, creativas, líderes y con carisma, que elijan el camino de la educación. Sé que hay individuos con estas cualidades en Costa Rica, porque sí se escucha de sus logros en tecnología, medio ambiente, arte, etc. Entonces, ¿adónde queda la voz de los educadores y por qué no hemos sabido darle prestigio a nuestra profesión?. ¿Será que somos nosotros mismos los que no nos damos el lugar que nos merecemos?
Considero necesario hacer más visible el trabajo de los maestros, que se compartan las buenas prácticas docentes que ya existen y que se fomente el liderazgo educativo dentro de las instituciones.
“La vida no es bella en educación, pero para eso estamos aquí, para hacerla bella”. A partir de esta frase anónima pienso que si la vida fuera muy bella en educación, muchos de los que estamos en ella, no estaríamos más, sino que buscaríamos otra profesión donde ayudar más.
Regreso a Costa Rica después de estudiar en el extranjero con el interés de trabajar en la formación continua de profesores. Creo que invertir en el desarrollo profesional docente trae mejoras en el proceso educativo, y a la vez, es una forma de compensar las diferencias de formación universitaria que tienen los profesores. Me interesa trabajar con aquellos que le tienen miedo al cambio y brindarles las ayudas ajustadas que necesitan para que puedan ver cambios positivos en sus prácticas de aula.
Un alumno interesado hace que su profesor se esfuerce cada vez más, así como un maestro que logre motivar, genera acciones positivas en sus estudiantes. Es indispensable que los docentes cuenten con las competencias que van a enseñar. Me pregunto cuáles de estas cualidades que son deseables en los formadores, las poseen ellos realmente.
Malaguzzi, promotor de la filosofía de Reggio Emilia invita a pensar en una imagen de niño rico en capacidades y potencialidades, poseedor de muchos recursos y con un extraordinario potencial. Este infante capaz, competente y creativo, necesita de un maestro con estas mismas características. Este se forma trabajando con los niños y otros adultos: construyendo juntos, revisando, investigando, reflexionando sobre el trabajo que se ha hecho y practicando una pedagogía de la escucha y alejándose de una pedagogía pequeña que hace énfasis sólo en la transmisión de conocimiento.
7.5.10
II CONGRESO DE PRIMARIA. INVESTIGAR E INNOVAR: RETOS DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA
La Sección de Educación Primaria del Departamento de Educación Primaria y Preescolar de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica le extiende una cordial invitación a participar en el II Congreso: “Investigar e Innovar: retos de la educación” que se efectuará en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, ubicada en San Pedro de Montes de Oca, del 14 al 16 de julio de 2010.
El programa del Congreso ofrece la oportunidad para el intercambio de ideas y experiencias acerca de la investigación e innovación que se realiza en Costa Rica, en el ámbito de la Educación Primaria. Pretende ser un espacio para el encuentro de estudiantes, docentes y administradores de la educación, que desde contextos rurales y urbanos, han contribuido al mejoramiento de la educación costarricense por medio de propuestas innovadoras y científicas.
Talleres, conferencias, mesas redondas, actividades culturales y exposición de materiales didácticos son parte de las actividades que integran el programa de este II Congreso.
Para esta unidad académica, será un gusto contar con la participación de los diferentes actores que, desde la educación formal y no formal, se encuentran comprometidos con la niñez de nuestro país.