"Costa Rica necesita que tengamos una imagen de niño y niña fuertes, sólo así podemos crear
verdaderos proyectos educativos de calidad. Este es un derecho que tienen todos
los niños.
¿Cómo son
los niños? Son fuertes y capaces, competentes para aprender, para relacionarse,
para vivir; son co-creadores de cultura y de conocimiento, filósofos y curiosos
(los niños hacen las preguntas más interesantes). Además son ciudadanos desde
que nacen, no son sólo el futuro. Para mí, son de los ciudadanos más
importantes.
La buena noticia es hay una filosofía
educativa que tiene como corazón del proyecto: la imagen de niño rico en
fortalezas y capacidades. Catalina y yo coordinamos la Red Solare Costa Rica,
que se encarga de la difusión de la filosofía educativa de Reggio Emilia y de
la cultura de la infancia. Esta propuesta, fue iniciada por Loris Malaguzzi y un
grupo de familias en una ciudad en Italia, luego de la segunda guerra mundial.
Se unieron para construir una escuela nueva, innovadora y de calidad para sus
hijos menores de 6 años, no una guardería (JAMÁS una guardería). Desde sus
inicios han luchado por visibilizar la imagen de niño fuerte, mediante la
documentación pedagógica, diálogos con la comunidad e incluso al hacer
“escuela” fuera de la “escuela.”, porque claro, el planeta es el aula.
Un niño
fuerte y competente necesita de un docente fuerte y competente, que disfrute
aprender, que sea co-creador de cultura y no transmisor de de conocimiento.
Ser
docente es para mí una de las profesiones más importantes y demandantes, porque
tiene que ver con nuestra niñez.
¿Y la
escuela? La escuela debe ser un lugar donde se vive la ciudadanía y se crea
cultura. Una escuela amable, democrática cuidada, que se sustenta en las
relaciones y donde el espacio es considerado un tercer maestro.
La
escuela debe permitir la expresión de los 100 lenguajes y para explicar eso los
dejo con un poema de Loris Malaguzzi, que nos expone una imagen de niño,
desconocida para muchos.